ASOCIACIÓN DE MAYORES EL TAMUJAR, SILILLOS
La campaña para este 8M pone el foco en el injusto reparto de los
cuidados, una realidad que la pandemia ha agravado a la vez que reivindica un
"Pacto estatal por los cuidados" . Bajo el lema Cuidar también es cosa tuya queremos invitar a reflexionar, en el Día de la Mujer,
sobre esta realidad que marca el acceso de la mujer a sus derechos. Porque
si tu cuidas, yo también puedo.....cumplir mis sueños. (Diputación de
Córdoba).
Nos sumamos al manifiesto firmado por
las Diputaciones Andaluzas, representación de los pueblos de Andalucía.
MANIFIESTO
DIPUTACIONES ANDALUCÍA.
8 DE MARZO 2021
Un año más, las
Diputaciones de Andalucía nos unimos para reivindicar el 8 de Marzo, Día Internacional
de las Mujeres.
Lejos queda ese
1911 en el que más de un millón de mujeres se manifestaron para exigir su derecho
al voto, su derecho al trabajo, a ocupar cargos públicos, a la formación
profesional y a la no discriminación y es largo el camino recorrido hasta llegar
a este 8 de marzo de 2021. No podemos despreciar los avances conseguidos en la
conquista de la igualdad real entre hombres y mujeres. “El feminismo es una
historia de éxito” dice Nuria Varela, pero los progresos no han sido lo
suficientemente rápidos ni profundos; aún falta mucho por transformar hasta
conseguir la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.
Hoy, que
afrontamos una de las mayores crisis del siglo, hoy que la COVID 19 ha
provocado una terrible conmoción en nuestras sociedades y economías y que hay
quienes han aprovechado para poner la igualdad en el punto de mira, debemos
impedir que esta crisis ahonde la brecha de la desigualdad.
El 8 de marzo de
2018 el país se paró para gritar BASTA! y alumbrar un mundo nuevo, libre de violencia
machista, de desigualdad de trato, sin brecha salarial, para poner en el centro
los cuidados y visibilizar que hay otras formas de consumo. Tres años después
aquí seguimos, en pie, imparables, en movimiento.
No podemos
imaginar aún las consecuencias de esta pandemia, pero sin duda, y teniendo en cuenta
la situación desigual de partida de las mujeres, los impactos negativos caerán
en mayor proporción sobre ellas. Empezando porque la falta de corresponsabilidad
en el hogar conlleva a que sean las mujeres las que se ven forzadas a reducir
sus jornadas para cuidar de la infancia y las personas dependientes. Situación
que se ha visto agravada por el cierre de centros educativos en el confinamiento
y que perdura aún con la práctica desaparición de actividades extraescolares y
la carencia de servicios públicos que ayuden a conciliar. Los datos del
Instituto Nacional de
Estadística lo
confirman: el tiempo que las mujeres dedican a trabajos del cuidado y del hogar
duplica al de los hombres. Ellas destinan 26,5 horas a la semana, frente a las
14 horas de ellos.
Al mismo tiempo,
contemplamos con preocupación el fenómeno de la despoblación en el ámbito rural,
motivado principalmente por la falta de servicios públicos asistenciales y por
la huida del sector privado al ámbito urbano que hace sumamente complicada la
vida en nuestros pueblos.
En Andalucía, la crisis derivada de la pandemia ha agravado esta brecha de género tal y como han puesto de manifiesto los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), que revela que el año 2020 cerró con una tasa de paro femenino del 27,27%, siete puntos por encima de la tasa de desempleo masculina. Las mujeres continúan asumiendo la mayor parte del trabajo de cuidados y doméstico, un trabajo que remunerado supondría una contribución a la economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales, el triple si la comparamos con la de industria mundial de la tecnología. Si estos servicios se valoraran sobre la base de un salario mínimo por hora, equivaldrían al 14,9% del PIB español. A nivel mundial representan el 9% del PIB.
A la brecha
laboral y social debemos sumar la brecha digital de género que colocará a
muchas mujeres en desventaja frente a un futuro en que les resultará más difícil,
y les tomará mucho más tiempo reincorporarse al mercado de trabajo, con las
consiguientes consecuencias personales, económicas y sociales. Eso sin contar
con la brecha de género en los contagios, denunciado por la propia ONU. ¡Aun así,
hay quienes se atreven a lanzar discursos que niegan la realidad, que
cuestionan la necesidad de seguir en la lucha!
La fábrica de
desigualdades sigue funcionando a toda velocidad a lo largo de la vida de las mujeres,
dándose por sentado que su carga genética va asociada al “Servicio familiar
obligatorio”.
Por eso cada día
es más urgente un “Pacto por los cuidados”, un entrar tú para salir yo, una corresponsabilidad
en los espacios públicos y privados, que “mis labores” pasen a ser “nuestras labores”,
hacer el tránsito de la obligación de cuidar al derecho a ser cuidadas. No
basta con apelar a la corresponsabilidad de manera individual o social, urge
impulsar cambios desde la base misma de la educación y que tanto las empresas
como los servicios públicos se impliquen, tejiendo los mimbres que hagan
posible pasar de la teoría a la práctica y abordar la construcción de un
Sistema Estatal de Cuidados.
Los Gobiernos
deben tomar medidas urgentes para construir una economía más humana y feminista,
que defienda los derechos de toda la población desde la corresponsabilidad y
adopte medidas de conciliación, invirtiendo en sistemas públicos de atención y
cuidados que permitan mitigar la desproporcionada responsabilidad de las
mujeres y las niñas sobre estas tareas.
Legislar para
proteger a las personas, mayoritariamente mujeres, que se ocupan del trabajo de
cuidados. La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye entre sus
objetivos estas demandas como un asunto prioritario del que depende el éxito
global de su ejecución. Si no incorporamos la lucha de las mujeres por la
transformación social, no será posible prosperar en una economía de igualdad.
Es fundamental escuchar más voces femeninas en la elaboración de políticas,
buscar el equilibrio de género en la toma de decisiones para conseguir que se
haga realidad el lema de ONU mujeres para este año “Mujeres líderes: Por un
futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”.
Las diputaciones
andaluzas, conscientes del impacto de género provocado por la crisis de la COVID
19 y de las diferencias en las que ésta afecta a hombres y a mujeres, queremos mantener nuestro compromiso con la
causa de la igualdad y continuar avanzando en políticas que impulsen la
conciliación y la corresponsabilidad.
Seguiremos
trabajando día a día por alcanzar la igualdad real que haga posible una vida
digna para todas las personas, teniendo muy presentes los municipios de
nuestras provincias y sus gobiernos locales, las concejalías y delegaciones de
igualdad y mujer, que han estado como siempre prestando su apoyo a la ciudadanía
de mano de miles de colectivos y asociaciones de mujeres.
Manifestamos la
necesidad de sumar sinergias para conseguir un “Pacto por los cuidados” en el que
todas las partes, administraciones, empresas y ciudadanía, adopten medidas para garantizar el derecho a
la conciliación y el derecho al trabajo en condiciones de igualdad, en el que
se desarrollen recursos y estructuras sociales que permitan el cuidado y la
atención a personas dependientes.
Porque cuidar a
quien lo necesita es un deber de una sociedad justa, solidaria y avanzada. Pero
no es territorio único de las mujeres.
Porque si tú
cuidas, yo también puedo ( )…. Cuidar también es cosa tuya.
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