En busca del Faro del Caballo, Santoña
El Faro del Caballo comenzó a funcionar
el 31 de agosto de 1863. El acceso, los escalones escarpados,
los colocaron los presos del Cuartel del Presidio de Santoña, abierto entre
1824 y 1924.
El edificio se dividía en dos bloques,
el primero de ellos destinado a vivienda del farero (ya
demolida) y el otro la torre del faro. La vivienda era de planta
rectangular en dos alturas, y la fachada con mampostería revocada, encalada y
sillería.
La torre del faro es de forma cilíndrica, ubicando la linterna (ya
retirada) en la parte superior dentro de una estructura prismática acrisolada
(ya sin cristales) con cubierta semiesférica. Lo remata un estrecho corredor
exterior con barandilla metálica. La altura del plano focal es de
24 metros sobre el nivel del mar y de 13,36 metros sobre el terreno.
En 1993 acaba su
historia como faro y deja de estar operativo, sufriendo reiterados actos
vandálicos.
En 2013 los reclusos del
Centro Penitenciario El Dueso, acondicionaron el entorno y los escalones como
parte del proyecto Nácar (Naturaleza y Cárcel).
Aunque está dentro del término municipal
de Santoña, pertenece aún a la Dirección General de Costas, a pesar de no
funcionar como faro.
Santoña es una de las más antiguas y castizas
Villas Marineras de Cantabria. Está situada en el oriente, en la margen
izquierda de la desembocadura del río Asón, a los pies del imponente Monte
Buciero y junto a las llanuras húmedas que forman el Parque Natural de las
Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. La protección de la gran montaña caliza
frente a los embates del Cantábrico y de los vientos fríos convirtió desde el
primer momento a Santoña tanto civil como militar.
Faro del Caballo |
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