La Ruta de Don Quijote
(Valdepeñas)
Las aventuras de Don Quijote
han sido difundidas universalmente a través de las traducciones que se han
hecho de la novela. En la Mancha, Don Quijote constituye todo un símbolo. Su
leyenda ha generado un turismo cultural deseoso de ver la realidad social y
geográfica que magistralmente describió Cervantes. Un turismo al que hay que
añadir el gastronómico. La existencia de un personaje que nunca llegó a existir
y las aventuras que no sucedieron jamás, curiosamente, han dejado una huella
imborrable en Valdepeñas y su comarca que forman parte de la novela, a la que
acuden turistas de todo el mundo, quizá para conocer mejor al Ingenioso
Hidalgo.
En nuestra visita a La
Mancha se ha decidido recorrer el tercer
tramo de la Ruta de Don Quijote, inevitablemente teníamos que visitar
Valdepeñas, donde hemos podido conocer su patrimonio cultural, artístico e
histórico, sin olvidar, por supuesto, la gastronomía manchega y sus "vinos
con Denominación de Origen Valdepeñas".
El vino y Don Quijote
Si don Quijote salió a las del alba Campos de Montiel adelante en busca de gigantes y follones a los que enfrentar sus armas y se topó con molinos harineros de viento, ovejas y cuerdas de forzados, ¿cómo no tropezarse con el vino, que hace junto al queso una de las glorias mayores de la extensa Mancha y de la gastronomía española de entonces y de ahora?
Sería grave error, ya que no pecado -y no venial ni disculpable-, hacer alusión a la gastronomía sin hacer parada en los caldos manchegos que alegran y dan chispa a las mejores mesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario