Desde la asociación de Mayores El Tamujar, subscribimos el manifiesto
para una política de Envejecimiento Activo.
Manifiesto
para una política de ENVEJECIMIENTO ACTIVO Para hacer efectivo el paradigma del Envejecimiento Activo propugnado por
la OMS, aprobado por Naciones Unidas y destacado por la Unión Europea, que
designó 2012 como “Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad
Intergeneracional”, se precisa:
Que
avancemos en la construcción de una
sociedad para todas las edades en la que todas las personas tengan
oportunidades para ejercer sus derechos y deberes. Clasificar a las personas
por su edad crea dependencia, aislamiento y, en la práctica, convierte a las
personas mayores en ciudadanas de segunda categoría.
Que
la sociedad comprenda que el proceso
de envejecimiento forma parte del ciclo vital, por lo que es crucial planificar
a tiempo la etapa de la jubilación y prevenir las causas que producen
enfermedad o dependencia.
Que
la apuesta por la autonomía en el
desarrollo de sus propios planes de vida, esencial entre las inquietudes de las
personas mayores, esté presente en la oferta de servicios tanto de atención
como de participación social. Servicios que deben ser integrales,
personalizados y planificados con su participación efectiva.
Que
desde los poderes públicos se
defienda la igualdad de oportunidades para que el máximo número de personas mayores
tengan un papel activo en la sociedad y las mismas posibilidades que las otras
con independencia de su edad y etapa de la vida en la que se encuentren.
Que
todos asumamos que sentirse parte de
la comunidad quiere decir que somos copartícipes de su devenir y debemos
sentirnos reconocidos como miembros activos de la misma. Es la ciudadanía, y no
la edad u otras condiciones, la referencia fundamental. Por tanto, cumplir una
edad determinada no puede ser argumento para separar, marginar o segregar.
Que
las políticas y medidas para personas
mayores han de dirigirse a desarrollar sus potencialidades, estimulando la
participación, la iniciativa personal, el aprendizaje y el compromiso social.
Que ha de priorizarse en las agendas políticas el desarrollo y mantenimiento
de sólidos sistemas de protección social porque la seguridad frente a los
riesgos es un determinante esencial del envejecimiento activo y es
imprescindible para el bienestar.
En consonancia con todo lo
anterior, proponemos y pedimos que las líneas de actuación de las
Administraciones públicas, organizaciones sociales y el conjunto de la sociedad
se dirijan a:
1. Defender un nuevo concepto de jubilación voluntaria
y flexible, en la que pueda compatibilizarse pensión y salario.
2. Promover la formación a lo largo de toda la vida.
3. Favorecer la participación activa y el compromiso
social de las personas mayores y su integración en espacios y propuestas
intergeneracionales, sin olvidar a las personas con discapacidad.
4. Promover que los “Centros sociales de personas
mayores” sean espacios abiertos a la comunidad y que todos, sea cual sea su
edad, participen en las organizaciones culturales y sociales del entorno y en
sus programas y actividades, generando ámbitos para la cooperación, la
solidaridad y el compromiso.
5. Hacer posible que las personas que requieren apoyos
por su situación de dependencia (tengan la edad que tengan) puedan seguir
viviendo en su casa, mediante apoyos y servicios que, como derecho subjetivo,
garanticen la atención y los servicios profesionales que precisen, de manera
integral y personalizada.
6. Garantizar el derecho subjetivo al acceso, cuando
se precise, a una residencia u otro tipo de alojamiento donde se reciba
atención permanente de calidad y en los que se respeten los deseos de cada
persona para evitar rupturas con el estilo de vida anterior, favoreciendo su
autonomía y participación.
7. Apostar con claridad en las políticas de vivienda y
urbanismo por el diseño de “viviendas para toda la vida y ciudades accesibles y
amigables” en un entorno sostenible, eliminando las barreras que impiden la
convivencia intergeneracional.
8. Invertir en prevención y trabajar proactivamente
por reducir los riesgos que provocan enfermedad y dependencia evitables,
actuando sobre las causas que provocan el deterioro de la salud, como el mejor
instrumento para mejorar la calidad de vida durante la vejez.
9. Desarrollar políticas integrales que articulen los
servicios sociales con los sanitarios y con las políticas de vivienda,
urbanismo, transporte, cultura, acceso a las TIC, accesibilidad universal etc.,
porque todas estas áreas tienen que ver con la garantía de la autonomía
personal, la igualdad de oportunidades y la inclusión social.
10. Comprometerse a que las prioridades en el ajuste
del gasto se realicen salvaguardando los derechos fundamentales (en especial,
la dignidad y la autonomía en la toma de decisiones) y los derechos sociales
adquiridos en nuestro país en pensiones, sanidad, atención a la dependencia y
servicios sociales, compensándose cuanto antes los recortes producidos.
11. En el marco del derecho a la salud, garantizar el
derecho a la rehabilitación en la discapacidad sobrevenida, con independencia
de que se haya alcanzado una determinada edad.
12. Tener presente, en el desarrollo de las políticas
orientadas al envejecimiento, a las personas con discapacidad. (Fundación
PILARES)
No hay comentarios:
Publicar un comentario